La Oración (Parte 2)

02.09.2025

Perseverancia y poder en la vida del creyente


Introducción

En el primer artículo vimos qué es la oración y cómo se expresa en la Biblia en diferentes formas. Ahora queremos detenernos en dos aspectos que el apóstol Pablo resalta en Efesios 6:18: la perseverancia y el poder de la oración.


La oración perseverante

Pablo escribe:
"Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia..." (Ef. 6:18).

Aquí la oración no aparece como un evento aislado, sino como una práctica constante y vigilante.
Jesús mismo enseñó la parábola de la viuda y el juez injusto para mostrar "la necesidad de orar siempre, y no desmayar" (Lc. 18:1).

Orar siempre no significa repetir palabras sin cesar, sino vivir en comunión constante con Dios, atentos a Su presencia en cada momento.


El poder de la oración en la batalla espiritual

Efesios 6 nos recuerda que la vida cristiana es una lucha espiritual. La armadura de Dios —el yelmo, el escudo, la espada, etc.— cobra efectividad en un ambiente de oración.
Sin oración, la armadura queda estática; con oración, se activa.

Es en oración donde enfrentamos las tentaciones, recibimos fortaleza y avanzamos en fe.


Obstáculos que debemos evitar

La Biblia menciona razones por las cuales Dios no escucha ciertas oraciones:

  • El pecado oculto: "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado" (Sal. 66:18).

  • Un corazón distante: "Este pueblo… con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí" (Is. 29:13).

  • Motivaciones egoístas: "Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites" (Stg. 4:3).

La perseverancia en oración exige también pureza de corazón y sinceridad delante de Dios.


Conclusión

La oración no es una rutina fría, sino un ejercicio de fe y perseverancia.
En ella encontramos fuerza para resistir, gracia para avanzar y comunión íntima con nuestro Padre.

Como dice Hebreos 4:16:
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."

Que nuestra vida sea un caminar constante en oración, con perseverancia, pureza y poder.